Eva González L.
Nació el 20 de agosto de 1778 en Chillán Viejo. Su madre fue doña Isabel Riquelme, una señora principal de Chillán. Su padre fue don Ambrosio O'Higgins quien era un irlandés al servicio de la corona de España y fue además Intendente de Concepción, Gobernador de Chile y Virrey del Perú.

En 1794 fue enviado a España, a Cádiz a casa de su tutor, don Nicolás de la Cruz. A los pocos meses fue enviado a Inglaterra a la casa de los fabricantes de relojes Spencer y Perkins. Perfeccionó sus estudios en una academia de Richmond, cerca de Londres. Así, conoció a Francisco Miranda, precursor de la independencia hispana, quien lo imbuyó de las ideas libertarias y consejos que le servirían para tomar parte activa en la lucha de emancipación de nuestro país.

El 18 de marzo de 1801 recibe la noticia de la muerte de su padre en Lima y decide regresar a Chile, lo que hace en abril de 1802, llegando a Valparaíso el 6 de septiembre de ese año.

Su padre al morir testó a su favor la Hacienda de Las Canteras de 16.689 cuadras y más de 4.000 cabezas de ganado. A esta propiedad dedicó los próximos años, sin descuidar su disposición al servicio público. Convirtiéndose en Alcalde de Chillán (1806) y en Subdelegado de la Isla de Laja (1810).

En 1810, fue elegido diputado de la recién formada Junta de Gobierno y nombrado coronel de ejército en 1811. En 1813, se enfrentó por primera vez a los realistas en la batalla de El Roble. Su rivalidad con José Miguel Carrera, el otro líder de la Independencia, la llevó a enfrentarse, en 1814, en el combate de Tres Acequias. Finalmente, O'Higgins se unió a Carrera para enfrentar la invasión de las fuerzas realistas dirigidas por Mariano Osorio.

Durante el período de la Reconquista, organizó en Mendoza junto a José de San Martín, el Ejército Libertador de Los Andes y dirigió la ofensiva chilena. Derrotadas las fuerzas realistas, asumió como Director Supremo y firmó, el 12 de febrero de 1818, la Proclamación de la Independencia de Chile.

Luego de la creación de muchas obras para la ciudadanía chilena, llega el término de su gestión como Director Supremo el 28 de Enero de 1823, abdicando a su cargo voluntariamente. Falleció en Lima el 24 de octubre del año 1842.

¿Qué se ha juzgado?

Partiendo de la base de que juzgar, según Bloch (1957:108-111), implica interrogar a los testigos involucrados en cierto hecho, con el objetivo de conocer ese hecho tal como fue, y así finalmente dar una opinión propia, podríamos decir que de Bernardo O’Higgins se juzgaron algunas cosas. Por ejemplo, de acuerdo a lo investigado, en su época fue señalado como hijo natural en todo momento por sus adversarios, utilizando esta característica para descalificarlo ya que se sabía que a él esto le afectaba. De esta manera, también se dice que por el hecho de no ser noble tenía una posición antimonárquica y no se preocupó de los intereses de la aristocracia, así tomó una serie de medidas que iban en desmedro de esta categoría, ya que abolió los mayorazgos y títulos de nobleza, suprimió los escudos de armas, y creó la legión al mérito. Con esto, puede observarse la influencia de la logia masónica Lautarina—a la que O'Higgins pertenecía—que se caracterizaba por su rechazo al orden nobiliario.

Sin embargo, no se puede negar que O’Higgins estableció relaciones comerciales con las principales monarquías europeas en pos del desarrollo económico del país, y las cartas enviadas a los reyes escritas por él muestran un lenguaje equilibrado y cauteloso, las que son un testimonio de lo sabio e ilustrado que él era, independiente de que no perteneciera a la aristocracia. Así para algunos es un libertador y ejemplo de liderazgo ya que para O'Higgins siempre fue más importante su espíritu patriota que las diferencias que pudiese tener con sus contemporáneos, y entonces, se unió a Carrera para enfrentar la invasión de las fuerzas realistas dirigidas por Mariano Osorio.

En cuanto al aspecto negativo más criticado, podemos decir que se dice que era un dictador ya que cuando llegó al poder, al tiempo después se cree que participó en la muerte de José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez debido a sus diferencias; y de esta manera comenzaría el inicio del fin de su gobierno. Aunque nunca sabremos qué habría pasado, si O’Higgins hubiese logrado la independencia con estos detractores activos o no, a pesar de que aún se le critique por esto y por haber puesto su nombre en las constituciones de su gobierno.

¿Qué debemos comprender?

En este caso, primero debemos entender que el hecho de comprender algo implica tener una actitud activa frente a ese algo; es observar y explicar. Así, de acuerdo a Bloch (1957: 108-111), se registra todo lo que tenga que ver con lo que se está investigando, aunque esto tal vez no sea acorde a las teorías o creencias propias. De esta forma, no podemos negar que la presencia de Bernardo O’Higgins fue crucial en la emancipación chilena de España, ya que luchó en muchas batallas activamente y además fue el 1º Director Supremo, quien firmó la Independencia de Chile el 12 de Febrero de 1818, así se convirtió en el fundador de la nación chilena y padre de la patria.

También, debemos destacar la creación de distintas obras en el ámbito nacional, tales como: Constituciones de 1818 y 1822, Bandera actual, Himno patrio, Instalación de alumbrado público, Instituto Nacional, Biblioteca Nacional, Escuela Militar y Escuela Naval, entre otras.

Finalmente, el acontecimiento que más llama la atención es su abdicación como Director Supremo, se dice que tomó esta decisión con el fin de evitar una guerra civil debido a los constantes problemas políticos que presentaba su gobierno en ese momento con la aristocracia; así la junta en la cual él abdica le entrega el gobierno a Ramón Freire.

Reflexión personal: ¿Juzgar o comprender?

Desde el momento en que nos decidimos a analizar algún hecho o personaje histórico, no podemos evitar el ser subjetivos, ya que todo lo que nos rodea influye en nuestra investigación y opinión. Así, de acuerdo a Carr, se debería “estudiar al historiador antes de la obra ya que todos los historiadores tenían algo entre ceja y ceja, y si no podías verlo al leer sus obras entonces algo iba mal con ellos o contigo” (49). De esta forma, no es tan fácil ser objetivo frente a algún tema ya que siempre nos detendremos a pensar en nuestras creencias y nuestro sesgo se impondrá en nuestro análisis. Contar la vida, implica tener una perspectiva frente a esta, una cosmovisión, y el hecho de juzgar o comprender algo debe ser realizado conscientemente; a modo personal, muchas veces tuve que detenerme y pensar antes de escribir ya que en todo momento me sentía juez sin querer serlo. Finalmente, lo único que se debe hacer, considerando lo expuesto por Ahumada, es esforzarse por comprender los eventos, ya que “(la) historia es ciencia cuando se privilegia el MODO cómo el historiador se aproxima a su objeto formal” (2000: 19). Así, volviendo a Carr, podríamos decir que la manera más auténtica de analizar las huellas del pasado es poner distinto énfasis en éstas o buscar distintas interpretaciones (51), y de una u otra manera asumir lo difícil que es ser objetivo pero se puede lograr.

Bernardo O'Higgins: ¿Héroe?

Bibliografía:
Evans, Richard J. ¿Qué es la historia ahora? Prólogo.
Ahumada, Rodrigo. (2000) Problemas y desafíos historiográficos a la epistemología de la historia.
Bloch, Marc. (1957) Introducción a la historia.